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Feedback sandwich


Hoy dejamos a un lado la PNL para abordar un tema del coaching tradicional: la diferencia entre la crítica y el feedback (retroalimentación, traducido al español).

Y es que no, no son lo mismo. La crítica es un conjunto de opiniones y juicios sobre algo que alguien hizo en el pasado, y suele ser un mal instrumento para provocar un cambio de comportamiento en esa persona. Porque cuando escuchamos la palabra crítica solemos bloquearnos o negar lo que nos están diciendo que hacemos mal, ya que nos sentimos atacados en lo personal. Ahí es donde aparece nuestro ego reactivo.

Feedback sandwich

El feedback, en cambio, no personaliza; se centra en los comportamientos. E intenta resaltar las fortalezas y debilidades, los puntos positivos y negativos de la labor realizada, con el fin de mejorarla. El feedback tiene un enfoque de futuro, busca el cambio y está orientado a lograr resultados. Es, en definitiva, una crítica constructiva.

Y para que una crítica sea constructiva:

  • Ha de estar exenta de juicios de valor (o lo que es lo mismo, de opiniones o suposiciones).

  • Ha de ser específica (se han de criticar aspectos concretos; no se debe generalizar).

  • Solo debe referirse a cosas que la persona pueda cambiar, no a aspectos externos que no puede controlar.

  • Y sobre todo, debe criticar siempre la conducta, no a la persona. Porque no es lo mismo decir "en el último mes, has llegado tarde a cuatro reuniones", que "eres una persona impuntual".

Una forma muy eficaz de dar feedback es hacerlo con la técnica del sandwich, que consiste en colocar el comentario crítico en medio de dos comentarios positivos, como si los comentarios positivos fueran las rebanadas de pan y la crítica constructiva el jamón y el queso.

¿Cómo daría feedback, por ejemplo, un entrenador de tenis que quiere que su jugador mejor el revés?

  1. Comentario positivo: Tienes una de las mejores derechas del circuito.

  2. Comentario crítico: Pero juegas el revés muy defensivo. Debes ser más agresivo con el revés, buscar las líneas, tomar más riesgos.

  3. Comentario positivo: Si haces eso, tal como ya le pegas al drive, estoy convencido de que empezarás a ganar torneos.

Podríamos haberle dicho: "Como no mejores ese revés no vas a ganar un torneo en tu vida". Y probablemente tendríamos razón, pero lo hubiéramos hundido. En vez de eso, le hemos dicho lo que tiene que mejorar poniendo en valor lo que ya hace bien y llevándole a un futuro lleno de éxitos si mejora lo que lo hemos pedido que mejore.

Pero tanto la crítica como el feedback no siempre proceden de una fuente externa. Ambos también pueden llegarnos a través de nuestro dialogo interno y, aunque no lo oiga nadie más, si esta crítica no es constructiva, puede causarnos, a largo plazo, un perjuicio mucho mayor que la que hubiéramos recibido de terceros. Así que ojito cómo nos hablamos, porque nadie puede hacernos tanto daño como nosotros mismos.


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