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Equipos


Hoy vamos a hablar de equipos, concretamente de los valores que debe tener un equipo. Y lo vamos a hacer, como casi siempre, a través del deporte. Ya sabéis que un equipo es un sistema, una entidad relacional, un conjunto de personas que se relacionan entre sí para lograr un objetivo. Los equipos comparten una misión (lo que hacen), una visión (adónde quieren llegar) y unos valores (los principios que rigen su actividad). La misión se presupone en todos ellos, la visión es deseable, pero no siempre necesaria, sobre todo si el equipo nace solo para desarrollar un proyecto a corto plazo, y los valores resultan imprescindibles, porque sin valores no hay equipo; solo tienes un grupo. Por eso es tan difícil hacer trabaja a la gente en equipo. Porque aunque los valores se pueden inspirar, no pueden imponerse, porque asumirlos como propios es una decisión individual.

Mientras que el Rendimiento Individual es el resultado de la ecuación Talento x Motivación. En el Rendimiento de Equipos, el Talento son los Sistemas y la Motivación se sustituye por los Valores.

Ri = T x M

Re = S x V

Ya hemos dicho que un equipo es una red de relaciones, un sistema que, a su vez, se organiza en sistemas más pequeños, en el caso de los equipos deportivos, los sistemas de juego. Pero para que los sistemas funcionen, cada miembros debe cumplir con su rol. Así que, si llevas equipos, intenta reunir siempre talentos diversos. Porque los equipos que poseen una gran variedad de capacidades repartidas entre sus miembros son mucho más flexibles a la hora de enfrentarse a los cambios y afrontar los retos.

Xesco Espar, el que fuera entrenador del Barça de balonmano (con el que, por cierto, lo ganó todo), habla de los valores que debe inspirar a un equipo en su libro 'Jugar con el corazón'. Así que, el bueno de Xesco va a permitirme la licencia de inspirarme en su libro para escribir este artículo.

1. Generosidad


"No preguntes qué puede hacer el equipo por ti; pregúntate qué puedes hacer tú por el equipo".

Earving 'Magic' Johnson


Yo le doy al equipo más de lo que el equipo espera de mí. Si un compañero no tiene un buen día, entre los demás haremos su parte del trabajo para que el equipo no lo note. En el deporte de élite es muy fácil encontrar deportistas generosos. El Messi o el Jordan de turno que, cuando las cosas se tuercen, se echa el equipo a la espalda y llega donde los otros no llegan.

2. Humildad


"Siempre hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creerse el mejor".

Juan Manuel Fangio



Ser humilde significa aceptar que te ayuden, cuando no tienes un buen día. Apoyarte en los demás. Por ejemplo, yo soy la estrella del equipo baloncesto. El jugador que mete los triples, el que siempre se juega el último tiro. Pero hoy llevo 0 de 5 y el equipo va perdiendo de dos a falta de la última jugada del partido. Subo el balón y, en lugar de tirar, veo a un compañero desmarcado, se la paso, y él mete el triple de la victoria. Eso es ser humilde: dejar que brillen los demás. Cristiano Ronaldo, no sería un buen ejemplo. Y es que, si hemos dicho que en el deporte de élite los generosos abundan, la humildad es poco común. Porque es difícil estar en la cima, ser un genio en lo tuyo y comportarte como Andrés Iniesta.

3. Confianza


"He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he logrado el éxito".

Michael Jordan



La confianza es como una mesa, es más sólida cuanto más patas tiene. Cada vez que lo hacemos bien y nos damos cuenta, le ponemos una pata a esa mesa. Y es más fácil perder patas, perder cachitos de confianza, que añadir patas a esas mesa. Por eso, si llevas equipos, felicítales siempre que hagan las cosas bien, les ayudarás a que se den cuenta y ganarán en confianza.

Coaching de equipos

4. Entusiasmo


"El entusiasmo lo es todo. Debe ser tenso y vibrante como una cuerda de guitarra".

Edson Arantes do Nascimento 'Pelé'



El entusiasmo en un equipo es esencial. Es como esa chispa extra que te permite rendir un poco más. Y es que, si hay entusiasmo, hay generosidad, porque invita a que todo el mundo dé un poco más de lo que daría sin él. En la mayoría de equipos existe la figura del entusiasta que celebra cada gol, cada punto, como si fuera único. Es el que genera buen rollo en el vestuario o en el trabajo, el que organiza las cenas de empresa o invita a sus compañeros a celebrar que se ha acabado un proyecto o que se ha firmado un nuevo contrato. Esa figura es esencial, porque el entusiasmo es contagioso, pero cuidado, porque la falta de entusiasmo también.

5. Compromiso


"Solo hay dos opciones respecto al compromiso: o estás dentro o estás fuera. No existe una vida en el medio".

Pat Riley


En su día ya os hablé de la diferencia entre estar implicado y estar comprometido. Entre ser una gallina o un cerdo ¿Os acordáis? Xesco Espar utiliza el ejemplo de la pareja para explicarlo. En la pareja, el compromiso aparece cuando la diversión se acaba. Pues en los equipos sucede lo mismo. Porque, cuando todo va bien, cuando el equipo va ganando, es fácil estar comprometido. Pero de repente se pierden dos o tres partidos o se cae un proyecto o se pierden un par de clientes... y entran las dudas, los entrenamiento se vuelven más duros, ir a trabajar ya no es tan divertido... y es ahí donde hay que seguir manteniendo los valores del equipo: hay que seguir siendo generosos y humildes y hay que seguir manteniendo la confianza y el entusiasmo. Eso es el compromiso.


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