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Objetivos inteligentes


MODELO SMART

Hoy dejamos la a un lado la PNL para hablar un poquito de coaching, repasando el modelo SMART, que significa inteligente en inglés y que nos propone cinco principios que debemos seguir para definir objetivos.

Específico

Tus metas nos pueden ser ambiguas. Has de ser específico acerca de lo que quieres conseguir porque, cuanto más precisa sea la descripción de tu objetivo, más posibilidades tendrás de alcanzarlo. Así que, pregúntate: ¿Qué es exactamente lo que quiero lograr?

Quizá desees ponerte en forma, pero ese no es un objetivo específico. En cambio, correr, por ejemplo, cincuenta minutos cinco días por semana, sí lo es.

Medible

Lo que no se puede medir, no se puede mejorar, así que tu objetivo debe ser siempre cuantificable porque, si no puedes medir tu progreso, nunca sabrás cuánto te falta para alcanzar la meta.

Además, poder seguir tu evolución es importante para mantenerte motivado. Porque eso te permitirá celebrar los avances que consigas o reconsiderar tu plan de acción cuando no logres avanzar.

Si tu meta es "ponerte en forma", va a ser difícil para ti saber si la has conseguido o no. En cambio, si es "correr cincuenta minutos cinco días por semana" te será mucho más fácil, porque es un objetivo perfectamente cuantificable.

Alcanzable

¿Hasta dónde eres capaz de llegar? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar? ¿Cuentas con las habilidades y las herramientas necesarias para conseguir tu meta? Los objetivos han de ser realistas, porque tienen que animarnos a seguir adelante. Deben inspirar motivación; no desaliento. Así que no inviertas energía en un objetivo irrealizable para ti.

Si no tienes el tiempo, el dinero o el talento para alcanzar un determinado objetivo o este te supone un esfuerzo que no estás dispuesto a asumir, seguramente no lo consigas nunca. Y es que la cultura del "si tu quieres puedes", que además se utiliza mucho en el mundo del coaching, ha hecho mucho daño.

Lógicamente el primer paso para conseguir un objetivo es desearlo con todas tus fuerzas, visualizarlo en tu mente, pero con eso no basta. A veces, no podrás alcanzar tus sueños y tendrás que aprender a actualizarlos, a adaptarlos a tu realidad.

Correr cincuenta minutos, cinco veces por semana, tal vez no sea un objetivo que puedes cumplir ahora mismo, pero quizá sí que sea asumible para ti correr media hora tres días a la semana. No obstante, eso no quiere decir que no puedas alcanzar sueños que, a priori, podrían parece imposibles para ti en este momento, como correr una maratón. Claro que puedes hacerlo, si planificas de manera inteligente todos tus pasos.

Relevante

Nuestra meta ha de ser relevante. Es decir, importante, significativa para nosotros.¿Realmente vale la pena invertir mi tiempo en lograr este objetivo? ¿Es el momento indicado para intentarlo? ¿Tendrá un impacto positivo en mi vida? ¿Es compatible o está alineado con mis valores y otros objetivos que tengo en mente? Todas estas preguntas se resumen en una: ¿para qué lo hago?

Tal vez te des cuenta de correr una maratón nunca ha sido tu objetivo. Que en realidad fueron tus amigos quienes te lo metieron en la cabeza porque son ellos los hace tiempo que sueñan con hacer una y te convencieron para correrla juntos

Y que el objetivo relevante para ti es combatir el estrés y desconectar del trabajo, y crees que salir a correr de vez en cuando es una buena manera de conseguirlo.

Acotado en el tiempo

Adjuntar una fecha límite a tus metas te pondrá presión para alcanzarlas, porque te motivará para ponerte en acción y te ayudará a lograr un progreso consistente y significativo.

En lugar de decir "me gustaría correr una maratón", debes decir "quiero correr una maratón en 8 meses". O mejor aún, "quiero correr la maratón de Barcelona del próximo 15 de marzo".

Si no cuentas con un límite de tiempo, puedes caer en la relajación y tu objetivo se puede ir postergando hasta el infinito. Así que instala plazos realistas y ve tras ellos para ir cubriendo etapas.

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