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Múestrame cómo miras y te diré cómo piensas


¿Alguna vez has notado que la gente mueve sus ojos antes de hablar? ¿Sabes que estos patrones oculares nos dan pistas sobre la forma en que las personas acceden a sus pensamientos? El movimiento de los ojos nos indica qué sentidos y qué lado del cerebro utilizamos en cada momento. A estas pistas que nos aporta el lenguaje de los ojos, la PNL las llama claves de acceso ocular.

En general, si la persona mira hacia arriba, significa que está pensando en algún tipo de imagen. Para buscar imágenes recordadas, dirigirá los ojos a su parte superior izquierda. Y para construir imágenes nuevas, nunca vividas, dirigirá los ojos a su parte superior derecha.

Accesos oculares visuales

Cuando alguien mira hacia los lados, a la altura del oído, está procesando sonidos. Si la persona busca un sonido recordado, moverá los ojos hacia su izquierda. Y si lo que trata es de crear un nuevo sonido o de imaginárselo, los ojos se irán hacia su derecha.

Accesos oculares auditivos

Mirar hacia abajo significa que la persona está hablando consigo misma, si baja la mirada a su izquierda, o sintiendo algo, si la baja hacia su derecha.

Kinestesia y diálogo interno

Es importante que recuerdes que normalmente tendrás a tu interlocutor en frente, así que, a la hora de interpretar el movimiento de sus ojos, ten presente que su derecha será tu izquierda y su izquierda será tu derecha).

Como ves, si miro al lado izquierdo, estoy recordando o razonando (accedo a la información a través de mi hemisferio izquierdo, que es el que usa la memoria, la lógica y la razón) y, si miro al lado derecho estoy imaginando o sintiendo (conecto con el hemisferio derecho, que es el que contienen nuestras capacidades creativas, la intuición y la imaginación).

Hemisferios cerebrales

El movimiento de los ojos de nuestro interlocutor nos dará pistas muy útiles de lo que está pensando y en cómo lo está pensando. Imagínate que quedas con alguien y llega media hora tarde. Tú le preguntas el motivo del retraso y la persona dirige su mirada hacia arriba y a la derecha y te contesta: "No te lo vas a creer. ¡Se me ha llevado el coche la grúa!". Pues no te lo creas, porque te está mintiendo.

Pero las claves de acceso ocular no solo son útiles para saber qué piensan otras personas, sino que también pueden ayudarte a pensar con más claridad.

  • Cuando necesitamos acordarnos de algo, mover los ojos hacia arriba a la izquierda, nos proporcionará la información que requerimos más rápidamente. Esto es muy útil para las personas con mala memoria.

  • Cuando necesitamos hacer proyectos, moviendo los ojos hacia arriba a la derecha nos será más fácil imaginarnos los resultados que queremos. Éste es el canal de los sueños y de la creatividad.

  • Cuando tenemos un problema y necesitamos resolverlo o generar opciones, lo correcto es moverlos hacia abajo a la izquierda. Aquí encontraremos las respuestas que necesitamos. Es el canal del análisis y del diálogo interno.

  • Cuando nos encontramos en un estado anímico desfavorable -tristeza, angustia, miedo- no debemos bajar los ojos hacia el lado derecho, pues esto incrementará la sensación. Hay que procurar salir de ese canal, dirigiendo los ojos hacia otro lado.

Así que, con la práctica, podemos enseñar al cerebro nuevos caminos para corregir conductas, actitudes o reacciones no deseadas. "Mirar" hacia el lado correcto a la hora de buscar información, puede resultar una habilidad muy útil.

Pero, cuidado. Hay una pequeña parte de la población -aproximadamente un 10%- que tiene los accesos oculares cruzados. La mayoría son zurdos, pero no todos. Además, hay personas que no recuerdan de forma disociada, sino asociada, por lo que pueden revivir la experiencia en primera persona y, por lo tanto, no necesitan acceder a la información que guardan en su cerebro mirando hacia a una determinada dirección. Ten todo esto en cuenta, antes de concluir que alguien te está mintiendo solo porque dirija su mirada al hemisferio derecho de su cerebro antes de hablar.

Y es que, para determinar con cierta precisión si existe alguna incongruencia en su comunicación, deberemos observar su patrón de comportamiento, y éste incluye muchos otros aspectos, como el tono de voz, la respiración o su actitud corporal.

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