"Si puedes imaginarlo, puedes alcanzarlo; si puedes soñarlo, puedes hacerlo realidad".
William Arthur Ward
La visualización creativa es una técnica que nos permite alcanzar el estado emocional deseado en una determinada situación, que recreamos con nuestra imaginación antes de que suceda. Como ya os he comentado en más de una ocasión, nuestro inconsciente no distingue entre aquello que está pasando realmente y lo que estamos imaginando nítidamente. Por tanto, a la hora de crear conexiones neuronales, al cerebro le da igual que practiques algo realmente o que simplemente lo visualices en tu mente. Se activa el mismo proceso de aprendizaje.
En 1967, el psicólogo australiano Alan Richardson realizó un estudio, publicado por la revista Research Quarterly, para comprobar la mejora en el lanzamiento de tiros libres de un grupo de jóvenes estudiantes. Para ello, eligió tres grupos de estudiantes al azar. Ninguno había practicado la visualización. El primer grupo practicó tiros libres veinte minutos durante veinte días. El segundo grupo visualizó el lanzamiento de tiros libres veinte minutos diarios durante esos veinte días. Si "fallaban", "practicaban" acertando el siguiente tiro. Y los miembros del tercer grupo no practicaron absolutamente nada.
En el vigésimo día, Richardson midió el porcentaje de mejora en cada grupo. Como era de esperar, los miembros del grupo que no practicaron nada lógicamente no mejoraron nada. Los que ensayaron tiros libres reales mejoraron un 24 % su efectividad, y los que los que solo los entrenaron con la visualización lograron una mejora del 23% ¡Eso, sin haber tocado el balón en esos veinte días!
Ejercicio de visualización creativa:
Genera un estado de relajación.
Visualiza aquello que quieres conseguir (por ejemplo, ser uno de los mejores jugadores de baloncesto del campeonato).
Elige un talento o habilidad que quieres trabajar y que te ayudará a conseguirlo (por ejemplo, el lanzamiento de tiros libres).
Imagina el lugar donde se desarrollará la actividad (en este caso, tanto la cancha de entrenamiento como el pabellón o pabellones donde se disputarán los partidos).
Recrea la escena con detalle, utilizando todos los canales sensoriales (prestando atención a lo que ves, a lo que oyes y a lo que haces y sientes) y eliminado cualquier emoción o sensación negativa.
Visualizar resulta muy útil para mantenerte enfocado en un objetivo y generar autoconfianza. Porque, cuando te has visto realizando cientos de veces una tarea en tu cabeza, acaba pareciéndote fácil cuando te toca hacerla de verdad, incluso bajo presión. Pero aunque ayuda a aumentar tu rendimiento, el entrenamiento mental no puede sustituir al entrenamiento físico. La mente se distrae, nuestro sentidos son imperfectos y no podemos imaginar la realidad con idéntica precisión e intensidad. Además, aunque se ha demostrado que, cuando visualizas se producen microcontracciones de los músculos implicados, la memoria muscular se crea con el movimiento. Así que siempre hay que alternar la visualización con la práctica real.
"La imaginación lo es todo. Es una imagen previa de lo que vas a atraer en tu vida".
Albert Einstein
En el deporte de alto rendimiento resulta casi imposible encontrar un atleta que no practique la visualización. ¿Crees que Usain Bolt no visualizaba, zancada a zancada, la carrera perfecta de 100 metros lisos? ¿Que Tiger Woods no ve una y otra vez cómo la bola cae dentro del hoyo antes de hacer un putt ganador? ¿Que Valentino Rossi no ha trazado mentalmente miles de veces cada curva de cada circuito antes de cada Gran Premio?
Pero la visualización no se reduce solo al ámbito deportivo: cualquier persona puede utilizarla para trabajar las emociones que siente en momentos que para ella son importantes, como dar una conferencia, asistir a una entrevista de trabajo o afrontar un examen.
"Tu meta puede estar fuera de tu alcance, pero no debería estar fuera de tu vista".
Denis Waitley