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El poder de las afirmaciones

Ya sabes que el inconsciente es la parte de nuestra mente que toma entre el 85 y 95% de nuestras decisiones, así que imagínate lo importante que es conocer y comprender su lenguaje, ¿verdad? Pues hoy voy hablarte del poder de las afirmaciones para comunicarnos con nuestro inconsciente.


Y es que el inconsciente es como un jardín que hay que regar y cultivar, plantando las semillas adecuadas. Y esas semillas son las palabras. Cuanto más bonito tengamos nuestro jardín, más bonita será nuestra realidad. Y en eso consiste básicamente la Programación Neuro-Lingüística, en reprogramar nuestro cerebro, a través del lenguaje, para conseguir lo que queremos.


La mente inconsciente es literal, no juzga, no filtra, no tiene sentido del humor ni entiende nuestra ironía. No distingue entre presente, pasado y futuro y tampoco entre lo que es real y lo que es fruto de nuestra imaginación. Y le cuesta procesar la palabra "no" cuando es una orden. Porque si yo te digo que cierres los ojos y no veas un elefante rosa... que no veas un elefante rosa... que, por favor, no veas un elefante rosa... ¿qué es lo que sucede?


Para que el inconsciente se convierta en tu fiel aliado a la hora de alcanzar tus objetivos, debes utilizar afirmaciones para comunicarte con él. Y estas afirmaciones han de cumplir las siete P's:


El poder de las afirmaciones

Personales


En primer lugar, deben ser personales. Nuestras afirmaciones solo pueden transformarnos a nosotros mismos, no a los demás. Así que, aunque parezca egoísta, debes hacerlas siempre, pensando únicamente en ti. Porque para que una afirmación funciones de verdad no puede ser un conjunto de palabras vacías que leíste en cualquier parte, sino que debe resonar en tu interior, conectar con tus valores e inspirarte para llevarte a la acción.


Presentes


Como ya hemos dicho, nuestro inconsciente no distingue entre presente, pasado o futuro, así que háblale siempre como si eso que quieres que suceda ya está sucediendo. Así lo dará por hecho. Por eso, lo mejor es empezar la mayoría de afirmaciones por "soy" ("soy la mejor para reste puesto") y "estoy" ("estoy preparado para ganar el partido"), porque "ser" y "estar" son dos verbos muy poderosos que indican que tu deseo ya se ha cumplido.



Positivas


El inconsciente no procesa bien las negaciones, porque piensa en imágenes, y no puede construir imágenes de aquello que no está sucediendo. Así que no digas a tu cerebro lo que no quieres o lo que temes, porque conseguirás justo el efecto contrario. En lugar de pedirle "no te pongas nervioso", dile "estoy relajado y tranquilo" y, en vez de pedirle "no quiero llegar tarde", dile "soy una persona puntual". Pídele lo que deseas siempre en positivo.



Posibles


Una afirmación sobre algo que es imposible o poco realista no va a funcionar. Si, por ejemplo, quieres correr tu primera maratón, puedes declarar "soy capaz de correr una maratón", pero no afirmar "soy capaz de ganar una maratón", porque por mucho que lo repitas, es algo que realmente no está al alcance de un corredor novato. Ser realistas pasa por ser honestos a la hora de formular nuestras afirmaciones. Decir "soy una persona esbelta" cuando tienes un importante problema de sobrepeso, no es ser realista. En cambio, afirmar "soy una persona capaz de adelgazar" si lo es.



Precisas


Tus afirmaciones deben ser precisas. Recuerda que estás dándole órdenes a tu inconsciente, y las órdenes ha de ser directas y específicas, porque sino generarán confusión. "Atraigo a mi vida abundancia" no es un afirmación precisa. ¿A qué tipo de abundancia te refieres? ¿Abundancia de recursos? ¿Abundancia de problemas? En cambio, "mi negocio me reporta éxito y dinero" sí es una afirmación precisa que tu inconsciente entenderá.



Persistentes


Igual que un atleta moldea su cuerpo en el gimnasio a base de ejercicios que repite una y otra vez, nuestro cerebro refuerza sus conexiones neuronales también por repetición. Reprogramarlo requiere tiempo y constancia y, para conseguirlo, tendrás que crear un hábito. Así que repite en voz alta tus afirmaciones una y otra vez, grábatelas en notas de voz y escúchales varias veces al día, escríbelas en sitios bien visibles, haz carteles o pega post-its con ellas por toda la casa si te apetece. Debes persistir hasta que se graben a fuego en tu mente.



Poderosas


Pero todo lo que hemos dicho hasta ahora no habrá servido de nada si tus afirmaciones no son poderosas, y para que una afirmación tenga poder, debe llevar asociada una emoción. Así que visualiza esa afirmación en tu mente (ya sabes que el inconsciente se comunica en imágenes), repítela en voz alta y ánclala a tu cuerpo con algún gesto mientras sientes la emoción que sentirías si aquello que estás afirmando y al lo hubieras logrado. Si, por ejemplo, quieres dejar de fumar, no digas, "me gustaría dejar de fuma" i estoy intentando dejarlo". Declara "soy un exfumador", con convicción y firmeza mientras sientes la satisfacción y la libertad que sentirás cuando hayas dejado de ser esclavo del tabaco.






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